UN VUELTO LARGO

El Mundo Al Vuelo (reencauchado... un poco más detallado -y menos aburrido-). Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, Singapur, España (oops, una de estas cosas, no es como las otras)

18 diciembre 2006

Me despido...

... de este año que termina, este año que me ha dejado tantas enseñanzas, tantas vivencias, tantos amigos, tanto amor, tanta m....da que estoy hablando hoy, ¿verdad?

He estado muy perdida ya sé, algunos me han reclamado, otros estarán descansando de mis mensajes, pero acá estoy de nuevo. Se podría decir que no he escrito porque he estado evaluando qué me dejo este año y pensando qué traera el siguiente (la verdad, no es la razón por la que no he escrito, pero suena bien, ¿verdad?).
En estos últimos meses fue posible transportarme en el tiempo, regresé al pasado: una de mis compañeras del colegio tuvo la maravillosa idea de reunirnos nuevamente después de 15 años de egresadas. Cientos de correos electrónicos iban y venían llenos de recuerdos, de fotos nuevas y viejas, de actualizaciones, pero en especial, de un gran deseo de reunirnos de nuevo; reunión que fue posible el sábado 16 de diciembre a las 8 de la madrugada (aquí en Bangkok, porque en Bogotá eran las 8 de la noche del viernes 15). La distancia no impidió que estuvieramos juntas, las que viven en Bogotá estaban reunidas en un club (no le puse cuidado al nombre por lo que no iba a estar allá) y las de afuera conectadas a Internet y en una especie de teleconferencia con ellas y, me atrevería a decir que, la fiesta en Internet estuvo mejor que la de allá. La verdad era una etapa que tenía un poco olvidada o que había sido desplazada por las vivencias de los últimos años, pero sin saberlo muchos recuerdos y sentimientos del pasado surgieron de nuevo en un par de semanas. Gracias Milena por esta iniciativa.

Como dije anteriormente, con esa reunión ayer me transporté 15 años atrás. Y como hace 15 años estudiaba en colegio de monjas e iba a misa, en la tarde decidí ir a la misa de navidad, organizada por la Comunidad Católica Latina en Bangkok, la cuál tenía un pesebre en vivo representado por niños. Asistí por sentir un poco el espíritu navideño de “mi gente” estándo tan lejos, pero esa celebración me llevó otros tantos años al pasado. El pesebre, los villancicos, las familias, el olor a iglesia (a navidad) y ese ambiente de comunidad, me recordaron muchas cosas de mi infancia y me entro una fuerte nostalgia. Recordé el pesebre del que fui parte cuando tenía 10 años (creo), en la iglesia del Cantón Norte, en donde era un lindo angelito (y sobra decir que no he cambiado mucho) y mi hermano era San José y todos nos tuvimos que aprender de memoria El Tamborillero, canción que fue cantada también ayer L. Tuve que hacer un gran esfuerzo para contener las lágrimas. Este año más que otros, he añorado la navidad en Colombia junto a mi familia.

Este año también me dejó fue la visita de mi prima Alicia Fernanda, quién contrajo matrimonio en febrero pasado y no podía vivir tranquila ya que se casó sin invitarme y sin que yo le diera el visto bueno a su esposo; así que decidió venir sólo por este motivo (y porque su esposo tenía que venir a un curso, pero eso es secundario para mí). La pasamos muy bien, nos contamos lo que ha pasado en nuestras vidas desde la última vez que nos vimos (hace muchísimos años), hablamos de toda la familia (les cuento por si tenían las orejas rojas), comimos mucho y recorrimos la ciudad. Conocí a Rayancito que resultó siendo un gringo muy simpático, así que no tuve otro remedio que dar mi aprobación, por lo tanto Alicia pudo regresar tranquila.

También empecé a escribir un blog en El Tiempo, lo que implica más compromiso, (tampoco es que haya escrito con mucho juicio, dicen por ahí que soy muy mala para los compromisos) y mucha fortaleza para poder aceptar todas las críticas de los lectores, enmendar mis errores y aprender a escribir para satisfacerlos a todos (me creyeron ¿verdad?, por lo menos a mí me suena convincente). Los comentarios con los que más me he identificado han sido en los que me dicen pervertida, vieja verde, snob, muchacha de servicio interna, que estoy acá gastandome la plata de mis papás, entre muchos otros piropos. Me han invitado a encaminarme y leer la Biblia y salirme de este mundo en el que vivo, parece que aún puedo tener salvación. Tal vez el milagrito sucederá en el año que viene.

Este año también me dejo un nuevo trabajo, para tranquilidad de muchos que pensaban que no estaba haciendo nada de mi vida por estar únicamente enseñando español (y disfrutando de mi tiempo libre y del lugar en el que estoy). Ya soy alguien, trabajo de 9 am a 7 pm, finalmente me estoy encaminando de nuevo (por lo tanto ya no me queda tanto tiempo ni energía para escribir). Lo único que me falta ahora para en realidad ser alguien es conseguir marido, ¿verdad? Cuando lo logre, ya podré decir que estoy viviendo. Pero si en unos años no consigo, me voy de misionera al África, para justificar la soltería.

Mi trabajito (aparte de convertirme en alguien) me ha llevado a Vietnam varias veces (afortunadamente no en las mismas circunstancias que a los americanos hace unos años) y me llevará a España a finales de enero del próximo año (los que no sepan que trabajo con turismo ya se habrán imaginado que “mi trabajito” es un tipo cincuentón con mucha plata) a una feria de turismo en Madrid y luego a otras ciudades (Barcelona, Valencia y aún no sé qué otras) para visitar empresas. Luego me encontraré con mi amiga Marcelita para recorrer parte de España (un pedacito, porque en una semana no se puede hacer mucho).

Bueno, este mensaje fue netamente de actualización. Y obviamente aprovecho la oportunidad para desearles a todos una muy Feliz Navidad y que el Año Nuevo esté lleno de cosas buenas y que entre sus deseos esté el venir por estas tierras lejanas a visitarme (yo le vendo el tour).
Continúa...