UN VUELTO LARGO

El Mundo Al Vuelo (reencauchado... un poco más detallado -y menos aburrido-). Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, Singapur, España (oops, una de estas cosas, no es como las otras)

01 marzo 2009

Un Nuevo Comienzo

Cuando decidí regresar no imaginaba cómo me sentiría al llegar de nuevo. Mientras que estaba lejos me di cuenta que extrañaba mucho este lugar, al ver programas del Sureste Asiático (especialmente los de Anthony Bourdain, quien se convirtió en mi modelo –cuando grande quiero ser como él-), recordaba con alegría, y un poco de nostalgia, los lugares que ya conocía, comidas que ya había probado, pero sobre todo las cosas que me faltaban, lo que no conocí, lo que no probé, lo que no saboreé. Por eso aquí estoy de nuevo, lista para probar más cosas, para conocer más, para aprender más.Regresé llena de curiosidad por este mundo tan diferente (tan intenso, tan interesante para mí) y con muchas ganas de compartirlo con ustedes (al igual que antes, los que no estén interesados, pueden parar de leer en este momento, pero sé que con seguridad lo estarán ;-)).

El camino de regreso fue largo, saliendo de Bogotá triste por dejar a mi familia, pero llena de expectativas por lo que acababa de comenzar. Llegué a Madrid sin problemas, 10 horas de espera, viendo pasar gente en el aeropuerto, planeando, leyendo. Al tomar el siguiente vuelo, ya todo empezó a cambiar un poco: asientos más cómodos, con pantalla personal con muchas opciones de entretenimiento, azafatas muy amables y gente un poco diferente, físicamente, en el avión, se pasaron rápido esas seis horas que duró el vuelo hasta Doha, Qatar. Allí esperé 19 horas y desde que llegué empecé a apreciar lo diverso que es el mundo: en inmigración hice la fila detrás de 5 africanos negritos, muy negritos (café oscuro casi morado), con un olor intenso bastante diferente al nuestro, un olor que me resultó desagradable (y con seguridad el mío también les resultaría desagradable a ellos), los policías eran trigueños, la mayoría con bigote e inglés con pronunciación bastante fuerte (similar a la de los indios), mujeres con el pelo cubierto, algunas con burkah (túnica negra que sólo deja los ojos descubiertos), muchos indios, pocos orientales, muchos europeos; es decir, una gran variedad de colores, olores e imagino que de sabores. Todo eso ya generaba una gran sonrisa en mi cara y aún no había llegado. El aeropuerto de Doha no era tan grande, pero tenía suficiente espacio para pasear, diferentes zonas para sentarme y no aburrirme, Internet gratis y comida gratis: al tener una espera de más de 5 horas, Qatar Airways suministra a sus pasajeros vouchers para las comidas principales, comida de cantina, pero con esos sabores de oriente que tanto extrañaba (era comida árabe, pero los curries fuertes y picantes me recordaban los de India). No salí del aeropuerto, ya que al ser un país árabe, no me sentía muy cómoda saliendo sola siendo mujer (pensé en disfrazarme de hombre, pero tal vez no hubiera sido una muy buena idea y además noté que el bigote no lo llevaba en el equipaje de mano). El tiempo se pasó relativamente rápido, aunque no pude dormir porque las sillas eran muy incómodas.

Seis horas más y llegué al aeropuerto de Singapore, allí habría podido salir, es una ciudad muy fácil, pero ya he estado allí varias veces y estaba tan cansada que preferí esperar las 6 horas que faltaban en el aeropuerto y fue una muy buena decisión, ojala todos los aeropuertos fueran como ese. La gente muy amable, tenía zonas aisladas con sillas muy cómodas para descansar, televisores con pantalla gigante en dichas zonas, Internet gratis, todo tipo de comida y hasta algunas sillas con masajeador de pies, que me sentó de maravilla después de ese viaje. Que alegría regresar a Asia. Luego 2 horas más y ya estaba en Bangkok… fue como llegar a casa, todo fluye, todo es fácil. Llegué a la 1 de la mañana a la casa de mis amigas y dormí sólo 6 horas esa noche, para poder adaptarme al horario fácilmente. Al día siguiente no hice mucho, teniendo como única actividad del día un Masaje Tailandés: ¡terrible! Y no porque el masaje sea malo, es un masaje basado en estiramientos y presión, pero no sé que tenía en la espalda y en las piernas que fue supremamente doloroso. La persona que me hacía el masaje sentía la tensión en la espalda y presionaba más y más para tratar de remover los nudos, pero el dolor era muy fuerte que quería pedirle que parara.

Los días siguientes me he dedicado a comer todo lo que extrañaba, alguna comida picante que me sentía como una caricatura con la cara roja y con humo saliéndome de las orejas; esa mezcla de sabores dulce, ácido, salado y picante que es tan característico de la comida tailandesa, curries a base de leche de coco, mariscos, muchos mariscos. He probado pocas cosas nuevas, como una fruta que acabo de comer, roja por fuera y muy blanca por dentro, muy dulce y refrescante, podría ser una variedad de guayaba (lo digo por el sabor y las semillas… y el olor a guayaba), pero no estoy segura.

Son tantas y tan simples las cosas que extrañaba: tomar una moto-taxi para ir a alguna distancia corta (estos motociclistas usan coloridos chalecos, naranja, fucsia o verde, para identificarse de los demás y son una solución un poco arriesgada al terrible tráfico; no es el medio de transporte más seguro, pero de todas formas no hay nada seguro en esta vida), ver a los lindos (lindas) ladyboys en la calle, ver letreros de venta de películas porno en una zona comercial, tomar un barco para ir a algún lugar de la ciudad, monjes vestidos de naranja transportándose en dichos barcos; gran variedad de comida callejera, por todas partes, deliciosa y a precios absurdos; las servilletas pequeñas, ya que a los Thais les da asco limpiarse varias veces con la misma servilleta; la variedad de picantes y condimentos en las mesas de los restaurantes; el helado de coco con arroz que se compra por USD 0.20; los carritos con trozos de fruta ya pelada y lista para comer, mantenida en hielo y siempre cortada y servida de la misma forma, como si fuera un almacen en cadena con estándares establecidos; la dulzura de la piña, los colores poco convencionales de los taxis o buses, variedad de rosados, anaranjados, verdes o azules; los cieguitos cantando en la calle con su propio amplificador; la cantidad de cables de luz amontonados y enredados en las calles; las fotos del Rey y la gente en los parques parando sus actividades y quedandose "congelados" mientras suena el Himno Real. Hasta extrañaba ver a los viejitos occidentales con las Thais jovencitas (si este artículo se publicara en El Tiempo, me acabarían con los comentarios por haber dicho esto último). Aún no he visto los elefantitos en la calle con su luz en la cola, escena común en Bangkok, pero con seguridad los veré pronto.

Quizás suene un poco caótico y poco interesante para algunos de ustedes, pero son todas esas cosas las que han mantenido mi sonrisa casi permanente durante los últimos 10 días. Y con seguridad la sonrisa seguirá allí durante mucho tiempo más, finalmente estoy en La Tierra de Las Sonrisas. Algunas fotos.

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12 Comentario(s):

  • At 12:14 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Rubby...bienvenida de regreso....ya te visitare en Thailandia next week.
    Me alegra que este siguiendo los paso y se que sabes, que dice la silla en este momento....la pasa buenisimo y estas dichosa...todo se ubica y encamina para donde vas....
    hablamos cuando llegue
    una abrazo
    taro

     
  • At 12:42 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Su blog fue el primero que leí (a finales del 2006) y en parte gracias a Ud. decidí aventurarme en la vida conectada. Espero vuelva a escribir con frecuencia pare el goce de sus lectores.

     
  • At 3:23 a. m., Blogger Unknown said…

    Querida Ruby, que alegría saberte de regreso en Bangkok , eso me alimenta las ganas de ir a verte
    salka

     
  • At 3:24 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Rubby....amiga! creo que a todos los que dejamos Asia y Tailandia nos pasa lo mismo que a ti, esto de extrañar tanto y casa vez que vemos en Tele algo relacionado nos da muchisisma nostalgia y muchas ganas de regresar para conocer lugares donde no estubimos y comer cosas que no probamos antes. Me algro mucho por ti que hayas podido regresar a Bangkok y que estes bien. Espero vernos por alla cuando yo regrese! Quizas no sea dentro de mucho tiempo pues extraño muchisimo tambien. Suerte con lo del trabajo y pls come un SomTam en mi nombre....Un beso grande.
    Liz

     
  • At 5:35 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Pero.... que paso mientras estuvo por fuera. El Ultimo blog era desde Asia....nada interesante en Colombia?

     
  • At 7:49 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Prima.. como siempre que buen relato!! Me alegro que estes muuuy feliz de nuevo!....
    Que delicia que estes re-conociendo toooodo!!!
    ...Prometidisimo apenas tenga la oportunidad armo visita pa´alla!!
    El que ya ha ido .. solo quiere regresaaar!!!... Asi que armare viaje lo mas pronto posible...(x que sumercé me volvio adicta al mango&sticky rice!!!)
    Picos.

     
  • At 5:47 a. m., Blogger John Kelley said…

    Rubby - Sawasdee krub - tus sensaciones al volver a Bangkok me hacen recordar lo que nos pasa a nosotros. Y tu blog explica el gran misterio de las pequeñas servilletas. Espero que te veamos en Sala Daeng, o cualquier otro lugar en este pueblo chico.

     
  • At 6:02 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Lo mejor del Mundo!!! Fabian=)

     
  • At 6:23 a. m., Anonymous Anónimo said…

    mientras leía era como estar caminando nuevamente por todos esos lugares...gracias Rubby!!...te deseo éxitos en esta segunda etapa en BKK,seguiré leyendo tu blog,siempre tan interesante y tan real... pocas personas conocen y disfrutan BKK como vos.
    mercedes.

     
  • At 12:28 p. m., Blogger G. said…

    Señorita!!!

    Que bueno tenerte de vuelta en Amazing Thailand!!!

    Oíme, hoy justo me voy en el último tren a BKK a hacer unas vueltas de la visa, si estás por el vecindario me contás!

    Un abrazo enorme y bienvenida!


    Gregorio

     
  • At 10:39 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola mi Rubby, es absolutamente increible leer este blog... espero seguir aqui conectada contigo... estuviste en Colombia, y no nos pudimos ver, regrese a vivir a Bogota, y bueno ha sido dificil el regreso despues de vivir en Medellin... ufff... que increible esa ciudad, la gente, el clima, la calidad de vida, en fin, son mil cosas que podria mencionar y que tal vez se me irian lineas y lineas tratando de explicar lo que es Medellin. Yo no conozco tanto como tu, solo he recorrido America, sin embargo mi padre, que ha vivido en muchas ciudades del mundo dice que los mejores lugares para vivir son Medellin y Buenos Aires, aunque cada uno miramos los sitios con ojos diferentes...
    Esta es la primera nota que leo tuya, no se como han sido las otras, pero ya con esta me da pie para seguir leyendo las proximas e indagar en las anteriores, puede ser el impulso que necesito para coger otros rumbos... Por algo no hay casualidades en la vida.
    Lo que mas me gusto de tu nota, es ver como le has cogido el sabor a la vida, el disfrutar de cada detalle, de cada olor, de cada color... la vida esta hecha de detalles, y aprenderlos a disfrutar es lo que hace que seamos felices... Te felicito mi Rubby...

    Quiero que sepas que te quiero mucho, siempre te llevo en mi corazón, y algún día el halo (como dice mi padre) va a hacer que volvamos a reunirnos....
    Un abrazo gigantezco.
    Taty (si la misma taty de aiesec J, la que se cambio el apellido... jejeje...)

     
  • At 11:34 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola Rubiela,
    Me alegra que estes tan feliz! Que lo sigas disfrutando al maximo y aqui seguiremos en el mundo al vuelo.

    Un abrazo desde Copenhague,

    Sandra

     

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