UN VUELTO LARGO

El Mundo Al Vuelo (reencauchado... un poco más detallado -y menos aburrido-). Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, Singapur, España (oops, una de estas cosas, no es como las otras)

16 marzo 2007

¡Que siga viviendo... España!

Con el escrito pasado prácticamente empecé por el final, pero como el orden de los factores no altera el producto, pues ahora voy con el principio: El primer día Dios creo la luz y dijo: “Hágase la luz”... y Luz se la hizo... Como muy posiblemente ese principio ya se lo saben (y la verdad yo no me acuerdo bien), mejor vuelvo al principio de mi viaje.

Aunque mi viaje fue por trabajo, para mi fueron unas vacaciones pagas; no porque no estuviera trabajando, sino porque hice muchas otras cosas que no tenían nada que ver con el trabajo:

Apenas llegué a la Madre Patria saqué un nuevo pasaporte, porque me aburrí del colombiano y me tramité uno américano (¡Mi sueño!). Mentiras (obvio que mentiras), se le acabaron páginas al otro y en Tailandia no hay embajada de nuestro lindo país. Y haber ido a la Embajada de Colombia en Madrid, me hizo sentir de nuevo en mi tierrita: los que están al otro lado de la ventanilla se sienten los dueños de la embajada y su actitud no es la de estar prestando un servicio, sino más bien haciendo un favor. A la salida se escuchan esos agradables cánticos: “La papa rellena, empanada con ají, pandebono casero. ¿Le provoca un cafecito mamita? Pida, pida que yo se lo traigo”, que se repiten una y otra vez. Y con el frío que tenía y el hambre atrasada de comida colombiana (y española), el cafecito de termo y la papa rellena recalentada (que es la más cara que me he comido: 2.5 Euros) me sentaron de maravilla. Ese es el espíritu emprendedor colombiano; ¡que viva mi patria!

También pude reencontrarme con gente que no veía hace años: El Principe Felipe, Alejandro Sanz... (Rubby, póngase seria carajo, que esta gente está trabajando y no tiene tiempo de leer sus bobadas). Lotfi, amigo canadiense-marroquí-casi español al cual no veía hace más de 11 años, que una vez más me hospedo en su morada, cuidándome casi como mi mamá cuando voy de vacaciones (portándose muy bien, dándome gusto, peleándome y recogiendo mi desorden); Luciano, mi adorado primito que no veía hace más de 5 años, que se encargó, junto con su esposa, de llevarme a recorrer rápidamente Madrid (el clima no permitía que esto se hiciera lentamente) y de iniciarme en las delicias culinarias de la Madre Patria (aunque el hecho de tratar de probarlas todas el mismo día no fue una muy buena idea, ya que casi me reviento). En el recorrido tuve la oportunidad de contribuir a la paz de España: inflé 5 globos que muchas horas después soltarían en el cielo madrileño como símbolo de paz (creo que esa era la idea, yo sólo inflé las bombitas rojas y amarillas, como la bandera de mi ciudad). Vi a Patricia, mi compañerita del colegio, que no veía hace sólo 15 años (nos graduamos jovenciticas, como de 12) y en un par de horas tratamos de adelantarnos en lo que ha pasado en nuestras vidas desde la última vez que nos vimos.

La fiesta del primer sábado fue a cargo de las pereiranas (abstenganse de hacer cualquier comentario que a ellas no les gusta), Raquel, que no la veía hace 5 años y Esmeralda que no veía hace 12 años (sé que algún día la conocí, pero ni me acuerdo cuando), ambas de AIESEC (para los que no sepan qué es, les queda de tarea). Recorrimos varios bares de Madrid (mami y yo no tomé nada y esta vez sí es en serio porque me estaba muriendo de la gripa) y caminamos gran parte del centro, lo que hizo que se desarrollara mi gripa en su máxima expresión y que me hiciera quedarme todo el día siguiente en cama.

Esa misma semana hice una corta visita a Valencia, en donde me encontré con Emilio y Armando, viejos amigos de mi familia y en sólo unas horas trataron de mostrarme lo máximo de esa linda ciudad, incluyendo por su puesto una deliciosa Paella Valenciana en un lindo restaurante en la playa (aunque me gustó más la cordobesa preparada en mi casa en Tailandia).

Luego llegué a Barcelona, hospedándome en la casa de Santi (Amigo de AIESEC, que no veía hace unos 7 años) y Adriana (su esposa... mo la suya, sino la de Santi). Toda la hospitalidad paisa salió a relucir: me atendieron en su casa como una reinita (como me lo merezco), me llevaron a recorrer las lindas y atestadas calles de Barcelona; caminamos mucho, de día y de noche; disfrutamos delicias colombianas de una de las panaderías de mi país (que sobran por allá, en donde se ve lo más selecto de nuestra tierra) y sobre todo, nos adelantamos en chismes de mutuos conocidos.

La semana que sigue ya la conté en el escrito anterior y allí mencioné mi encuentro con Marcelita, mi amiguita de Colombia: El plan era encontrarnos en Madrid el 16 de febrero, como mencione en el mensaje pasado, el plan cambio, haciendo que ella tomara un avión desde Madrid hasta San Sebastian. Pero como aprendí hace años: las cosas no salen como las planeamos, así que Marcela no pudo viajar, problemas de visa de último minuto y no pudo montarse al avión. A las 12 del día del 16 se canceló el viaje de Marcelita, las dos muy tristes y con los crespos hechos. Ya había perdido mi avión a Madrid, así que ya me quedaba por lo menos ese día y no estaba segura si regresar a Madrid el 17 ó 18. Pero el 17 en la mañana cuando me encontraba viendo aquella hermosa bahía que describía en el escrito anterior, me llamó Marcelita, que si la esperaba en Francia, que un amigo la llevaba. 14 horas después y habiéndo recorrido muchos kilómetros, Marcelita llegó a mi encuentro y si no es porque eran las 2:30 de la madrugada, porque estaba lloviendo y porque no somos lesbianas, nos hubieramos bajado de nuestros respectivos carros, en cámara lenta, y hubíeramos corrido hasta abrazarnos (levantando la piernita y estirando el pie) y las palomitas alrededor hubieran volado. Aunque no hubo este show, estábamos muy contentas de habernos reencontrado.

A pesar de que nos acostamos muy tarde (o muy temprano, depende de cómo se vea), nos levantamos como a las 8:30 para aprovechar el día. Nos alistamos, desayunamos con nuestros queridos anfitriones (que ya hablé suficiente de ellos en el escrito pasado) y partimos hacia San Sebastian para pasar el día juntos, en la noche yo saldría en bus hacia Madrid, ya que el lunes debía estar allá para tramitar mi visa de Tailandia. Y mientras tratábamos de postergar el momento de nuestra separación, Nat y Marcela tuvieron la maravillosa idea de llevarme hasta Madrid (decisión tomada una hora antes de que saliera mi bus). Llamé a Lutxo (léase Lucho) para que nos indicara el camino y pués ya que pasábamos cerquita, nos invitó a tomar chocolatico, que al llegar a Vitoria después de 3 horas de viaje (normalmente es una hora, pero nos perdimos), se cambió por pizza y arepa acompañadas de vino español (eso se llama Globalización). Disfrutamos de una rica y acogedora cena y de nuevo me despedí de Nataxa (léase Natasha, que está bravita porque no la nombré en el escrito anterior), Ixione (léase Ishone y a ella sí la mencioné) y Lutxo (léase viejo Lucho). Seguímos nuestro camino hacia Madrid, llegamos a la madrugada y al día siguiente pasamos el día juntos. Así que aunque no fue como lo planeamos, pudimos lograr lo que buscábamos: vernos, pasar algunos días juntas y reafirmar nuestra amistad (aunque realidad no se necesita, buen firme que ya es).

Y con esto último empezó mi semana de vacaciones, que no hice casi nada aparte de descansar y visitar a mi primito y familia en El Escorial y me ví de nuevo con mis amigos en Madrid. Y como no todo son alegrías, tuve una fuerte contrariedad (sueno a adulto mayor) en el aeropuerto: tres personajes del país en el que viví antes de Tailandia, paseaban por las diferentes filas de registro para tratar de colarse (cuelarse como dicen en España), hasta que llegaron a la mía, queriendo pasar por encima de un indefenso españolito que me vi obligada a defender: no fue necesario que él pronunciara palabra para que yo viera en sus ojos: ¡Oh! ¿Y ahora quién podrá defenderme? Y aunque no tenía el chipote chillón conmigo (no creo que los españoles que leen este relato conozcan al superhéroe de América Latina y entiendan esta parte, lo siento, les queda de tarea), procedí a enfrentarme a estos indios (no estoy siendo ofensiva, simplemente es su nacionalidad) para luchar por la justicia. Aunque no sirvió de mucho... o sí, pero en otro sentido; pero a los indios poco les importó.

Y así terminó mi viaje de trabajo y mis vacaciones, las primeras en 3 años y no sé cómo aguanté todo este tiempo sin vacaciones; definitivamente algunos vinimos a este mundo a trabajar.

Etiquetas: ,

4 Comentario(s):

  • At 12:08 a. m., Anonymous Anónimo said…

    pues como por variar se nota que la pasaste "de pelos". Que mal esos manes pre-tailandeses dizque a colarse!! Ay sagrado corazón nos amapre y favorezca de que esa mañas se las aprendan los de acá ;)

    Y se dice que la paz de españa se logró por cinco globos inflados por una colombiana. vaya uno a saber si dura mas que los globos.

    (¿paz de españa?) ¿Coño, aquí cuantos globos aerostáticos harían falta entonces?

    ¿Raquel de Pereira? Esa gente de la ayesé si se supera oiga! Lutxo de MZ?

     
  • At 4:41 a. m., Anonymous Anónimo said…

    ya decía yo que sí era como raro que sólo hablaras del País Vasco.. con todo el tiempo que estuviste y sitios que visitaste...y claro, que yo no había clasificado para la historia.. pero lo de haber quedado sólo en la anfitriona de la fiesta con Esmeralda... qué pinta de juerguistas se nos ha quedado.. y eso que no salimos casi nunca.. solo en ocasiones especialísimas, como tu visita... a ver si se repite pronto.. por cierto.. no publicas fotos? la del sombrero quedó buenísima.. anda, dales una alegría a tus lectores. Un beso.

     
  • At 9:46 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Ruby: hace rato no venia por tu blog por culpa de tu desaparicion del Tiempo. Sigue gustandome tu estilo pero menos tu ortografia (u horrografia?). Como es que escribes 'desición'???? Sera la mala influencia de tu perfecto Tailandes? :)

     
  • At 8:10 p. m., Blogger rubby_alvarez said…

    Corregido. Críticas constructivas son siempre bienvenidas.

     

Publicar un comentario

<< Inicio